Cómo mejorar la piel atópica

mujer joven piel atopica

La piel atópica es una afección cutánea crónica que afecta a muchas personas, causando sequedad, irritación e inflamación. Sin embargo, existen formas eficaces de mejorar su estado y calidad de vida.

En este artículo, conoceremos las principales técnicas y tratamientos que te ayudarán a aliviar los síntomas de la piel atópica y llevar un día a día más cómodo.

¿Cómo tratar el problema de la piel atópica?

piel atopica brazo

La piel atópica es una afección que se puede tratar de forma efectiva de diferentes formas. En caso de padecer de este problema, los siguientes métodos te ayudarán a tratar y mejorar la piel atópica.

Identifica y evita los factores desencadenantes

El primer paso para mejorar la piel atópica es identificar y evitar los factores que pueden desencadenar brotes o agravar los síntomas. Estos pueden ser diversos y varían de persona a persona.

Algunos de los más comunes son el polvo, el polen, ciertos alimentos, productos de limpieza agresivos, algunos tipos de tejidos y el estrés.

Para descubrir tus factores desencadenantes, puede ser útil llevar un diario en el que registres tus actividades diarias, la alimentación y los productos que usas.

Con esto podrás identificar patrones que relacionen ciertos elementos o situaciones con la aparición o el agravamiento de los síntomas.

Una vez que identifiques tus factores desencadenantes, es importante que hagas todo lo posible por evitarlos. Esto puede incluir cambios en tu alimentación, en los productos de higiene que usas o incluso en tu ropa.

Mantén la piel hidratada

La hidratación es clave para mejorar la piel atópica. Cuando la piel está seca, es más propensa a la irritación y a los brotes de eccema. Por eso, es esencial aplicar una crema o loción hidratante a diario.

Busca productos que contengan ingredientes como la glicerina, la urea o el ácido hialurónico, que ayudan a retener la humedad en la piel. Evita los productos con fragancias, colorantes o conservantes que pueden irritar la piel.

Además de hidratar la piel desde fuera, es importante hacerlo desde dentro. Bebe suficiente agua al día y lleva una alimentación rica en alimentos con alto contenido en agua, como las frutas y las verduras.

Opta por baños cortos y con agua tibia

Los baños largos y calientes pueden resecar la piel y agravar los síntomas de la piel atópica. En cambio, opta por baños cortos, de no más de 10-15 minutos, y con agua tibia.

Después del baño, seca la piel con suavidad, sin frotar, y aplica inmediatamente una crema hidratante. Esto ayudará a sellar la humedad en la piel.

Consulta a un dermatólogo

Si a pesar de tus esfuerzos, los síntomas de la piel atópica persisten o empeoran, es importante que consultes a un dermatólogo.

Este profesional puede evaluar tu situación, realizar pruebas si es necesario y prescribir tratamientos que pueden incluir cremas con corticosteroides, inmunomoduladores tópicos o medicación oral.

Además, un dermatólogo puede darte consejos personalizados y ayudarte a elaborar un plan de cuidados para tu piel.

¿Por qué se produce la piel atópica?

Caracterizada por la sequedad, enrojecimiento, picor e inflamación, su origen se debe a una combinación de factores genéticos, inmunológicos y ambientales. Entre los cuales se encuentran los siguientes.

Factores genéticos

Se ha demostrado que la dermatitis atópica tiene un fuerte componente genético. Muchas personas con piel atópica tienen familiares con la misma condición o con otras afecciones relacionadas, como el asma o la rinitis alérgica.

Respuesta inmunológica

El sistema inmunológico juega un papel clave en la piel atópica. En personas con esta condición, el sistema inmunológico tiende a reaccionar de manera exagerada ante ciertos estímulos, lo que conduce a inflamación y picor.

Esta respuesta anómala puede ser desencadenada por una variedad de factores, que van desde alérgenos comunes como el polen y el polvo, hasta irritantes como ciertos productos químicos y tejidos.

Factores ambientales

El medio ambiente también puede influir en el desarrollo y gravedad de la piel atópica.

Condiciones como la sequedad del aire, cambios extremos de temperatura y la exposición a irritantes químicos pueden exacerbar los síntomas. Además, el estrés y la ansiedad pueden actuar como disparadores, empeorando los brotes de dermatitis atópica.

¿Qué consecuencias tiene no tratar la piel atópica?

El abordaje de la piel atópica o dermatitis atópica, aunque puede ser una tarea desafiante, es esencial para evitar una serie de consecuencias negativas.

El tratamiento adecuado no solo mejora la salud de la piel, sino también la calidad de vida de quienes sufren esta afección.

Deterioro de la calidad de vida

La constante picazón, sequedad y malestar que provoca la dermatitis atópica puede tener un impacto significativo en la calidad de vida del individuo.

Esto puede derivar en problemas de sueño debido a la incomodidad nocturna, causar dificultades para concentrarse y generar un gran estrés emocional.

Aumento del riesgo de infecciones cutáneas

La piel atópica está caracterizada por una barrera cutánea comprometida, lo que la hace más susceptible a las infecciones bacterianas, víricas y fúngicas.

Además, el constante rascado puede generar pequeñas heridas que se convierten en puertas de entrada para los microorganismos.

Desarrollo de asma y rinitis alérgica

Se ha observado que las personas con dermatitis atópica tienen un mayor riesgo de desarrollar otras afecciones alérgicas como el asma y la rinitis alérgica, fenómeno conocido como la «marcha atópica».

Esta secuencia típica de la aparición de enfermedades alérgicas suele comenzar con eczema en la infancia, seguido por la aparición de asma y rinitis en etapas posteriores de la vida.

Sin duda, con estos métodos, es posible reducir los síntomas y hasta eliminar la piel atópica para que no afecte tu calidad de vida.