En qué consiste el marketing para consultoría

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Para vender un proceso de consultoría con eficacia, es necesario, antes que cualquier consideración, entender cómo se debe desarrollar el marketing para consultoría.

Cómo vender los procesos de consultoría

En primer término, digamos que ser único y auténtico, es el gran secreto para un autónomo, para una pyme e, incluso, para una gran compañía.

Puede sonar algo romántico y propio de los innumerables libros de autoayuda que abundan en el mercado, pero es la realidad.

Sin embargo, es preciso tener en cuenta que serlo, puede marcar una gran diferencia competitiva, al tiempo que añade valor a los actos de promoción.

Ahora, muchos empresarios, pequeños negociantes y autónomos, se empeñan en hacerlo todo: desde facturar, hasta diseñar y desarrollar su propia estrategia de marketing, sin tener en cuenta que no podemos ser expertos en todo.

Mejor será, indudablemente, recurrir a quienes ya han recorrido un camino y, de esta manera, evitarnos dolores de cabeza y resultados indeseables.

Esto es, precisamente, lo que debe promocionar un consultor (del área que sea), para empezar a diseñar y ejecutar el marketing para consultoría de sus servicios.

Veamos, ahora, lo que NO debe hacer un empresario estratégico y/o un autónomo consultor, respecto de la promoción de sus servicios.

En primer lugar, es preciso tener en cuenta que un consultor que pretende promocionar sus servicios, no se debe dedicar a hacer “miles de llamadas”.

Lo que se logrará con este método arcaico, es “quemarse” en el mercado, al tiempo que, como se ha demostrado suficientemente, la efectividad es menor al 1 %.

Otros métodos que tampoco debemos adoptar y algunos que sí, dentro del marketing para consultoría

vender consultoriaEn segundo término, tampoco se trata de empezar a repartir tarjetas de presentación a todos los familiares, amigos, conocidos y, mucho menos, a cuanta persona se cruce en el camino.

No será más (ni será menos) que un desgaste innecesario, que nos podrá hacer perder la motivación y, lo que es peor aún, nos reducirá la autoestima hasta más no poder.

La gran mayoría de las personas no necesita servicios de un consultor (teniendo en cuenta todas las áreas profesionales) y las tarjetas terminarán en el cubo de la basura de la persona a la que abordamos.

En tercer lugar (no por orden de importancia), jamás debemos empezar a presionar a quien, desde un principio, mostró algo de interés en nuestros servicios de consultoría. Terminará cansándose de nosotros y no nos volverá a pasar al teléfono, ni a contestar los emails.

Entre las estrategias que sí debemos diseñar y aplicar, están: dar a conocer la sapiencia en el ámbito de la consultoría mediante publicaciones que añadan valor en nuestros websites, dar a conocer los libros que, eventualmente, hayamos escrito (eBooks, por ejemplo) y las charlas virtuales.

Además, siempre resultará bastante eficaz, crearse una reputación como solucionador de eficazproblemas muy específicos.

Ahora, diseñar y ejecutar un plan de marketing, es muy importante teniendo en cuenta, eso sí, que debemos intentar atraer a los clientes sutilmente, esto es, sin tornarnos desagradables, ni intrusivos.

De otro lado pero en el mismo orden de ideas, digamos que cuidar de la imagen personal es fundamental.

Quedaríamos muy mal parados si, por ejemplo, damos a entender que ganamos millones con nuestro trabajo de consultor, al tiempo que vestimos mal y/o ingresamos al mercado un eBook corto, simple, poco profundo y mal redactado.

El marketing para consultoría requiere que seamos prudentes, cuidadosos y, por sobre todas las cosas, auténticos y sin mostrar lo que no somos.

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