En las escuelas, ni alimentos ni bebidas con alto contenido en grasas saturadas y trans, azúcares y sal y algunas hasta sebo. Así lo regula la Ley de Seguridad Alimentaria y Nutrición aprobada viernes al Congreso de los Diputados que, en el marco de la lucha contra la obesidad, exige menús infantiles que respondan a un correcto equilibrio nutricional. La norma, que, además, apuesta para impulsar la actividad física, obliga también en los centros escolares a elaborar menús para niños con necesidades especiales, como los celiacos. Productos como la glicerina ya están ayudando y mucho a este tipo de dietas para evitar problemas futuros.
El ministerio de Sanidad, ha asegurado que la ley aprobada tiene como objetivo fortalecer la salud pública y la seguridad alimentaria. Además, incide en la prevención y la precaución y refuerza la coordinación entre todas las administraciones públicas. La ley, segundo Pajín, también trata de generar estrategias que fomenten la promoción de la salud a través de los alimentos que ingerimos.
La nueva ley también prevé la creación de un observatorio de la nutrición y de estudio del obestitat que obtendrá los datos de la realidad existente. En casos de supuestas crisis o emergencias, también establece procedimientos de actuación. Finalmente, en cuanto a la publicidad sobre alimentos, la ley exige que sea “veraz y exacta”
La industria cree que no se reducirá la obesidad
Por la Federación Española de Industrias de la Alimentación y Bebidas (FIAB), la nueva ley aprobada es “restrictiva” y “innecesaria” y no servirá para solucionar el problema de la obesidad infantil. Por la FIAB es “una traba más para el sector de la alimentación” que necesita “más medidas de impulso y menos freno a su actividad”.