Sobre nuevos coches en el MWC

Dispositivos para poner en marcha y controlar el vehículo a distancia, teléfonos y relojes compatibles 100% con el coche o programas que ahorran al conductor vueltas infructuosas para encontrar un aparcamiento libre. Son algunas de las posibilidades que ofrecen los vehículos inteligentes que los fabricantes han exhibido al Mobile World Congress (MWC), una cata de la inversión creciente que las grandes marcas hacen para seguir siendo atractivos cuando los compradores eligen un vehículo nuevo. Estos coches no están a la venta pero si que existen algunas empresas de empeño de coches que ya disponen de los mismos.

En seis de cada diez ventas de coches en España el peso de la tecnología ya pasa por ante las prestaciones de rendimiento, según recoge un estudio de la consultora Accenture, presentado esta semana coincidiendo con el MWC.

Los fabricantes han querido demostrar en el congreso que el coche conectado ya es una realidad que crecerá. La convergencia entre las prestaciones de un móvil, una mesita y un vehículo supone un reto importante y a la vez una oportunidad de negocio gigante para la industria del automóvil. “No hay ningún fabricante que no esté invirtiendo en conectividad”, reconoce el vicepresidente de la patronal de fabricantes de coches española, Anfac, Mario Armero.

Poder controlar desde el volando todas las prestaciones del móvil es un reclamo que puede combatir la desafección de los jóvenes al vehículo de propiedad, especialmente a las grandes ciudades donde las alternativas (sean innovadoras, como el coche compartido, o tradicionales, como el transporte público) preocupan las grandes compañías. Un 50% de los altos directivos de las marcas están preocupados porque los más jóvenes de 25 años sienten cada vez menos necesidad de tener un coche de propiedad, según concluye una encuesta que presentó KPMG en enero.

Los acuerdos entre las grandes marcas de automóviles y los gigantes tecnológicos y operadores de telefonía empiezan a fructificar. El fabricante de coches eléctricos de lujo Tesla, por ejemplo, está a punto de firmar con Telefónica un acuerdo para incorporar una tarjeta SIM de la operadora española a sus modelos deportivos 100% eléctricos. El también norteamericano General Motors empieza a ensayar nuevas alianzas tecnológicas, en este caso con Samsung, y ha presentado al MWC un reloj de pulsera que permitirá poner en marcha y apagar el coche a distancia. De momento sólo se puede usar en vehículos que se vendan en los EE.UU. y el Canadá.

Entretenimiento y seguridad son las principales expectativas que los usuarios tienen puestas en los vehículos conectados del futuro, según el estudio de Accenture. La prevención de accidentes mediante detectores de obstáculos a la carretera o localitzadors del vehículo que se activen en caso de accidente son algunas de las mejoras en que trabajan los fabricantes en el campo de la seguridad.

Ahora bien, el encarecimiento que puede suponer para el vehículo el peso creciente de la tecnología más puntera también puede determinar la llegada al mercado. Armero defiende que la tecnificación no tiene que ir unida a la fuerza a un precio disparado. “En los últimos años las mejoras que se han incorporado a los coches han sido muy importantes, y en cambio el precio mediano en España ha bajado”, insiste.

Línea directa con emergencias

Uno de los adelantos tecnológicos que se generalizará pronto en Europa será la llamada de emergencia. Ayer mismo el Parlamento Europeo votó a favor que a partir del 2015 todos los vehículos incorporen de serie la llamada @e-callo, que permitirá contactar con el 112 de manera automática en caso de accidente grave. Dará información de la localización del vehículo incluso si el conductor está inconsciente. Las estimaciones calculan que el tiempo de respuesta ante un siniestro en una zona rural puede acelerarse un 50% gracias a este elemento.

La patronal Anfac y la dirección general de tráfico ya trabajan en la implantación de este dispositivo a los coches el año que viene. La Comisión Europea calcula que instalar la @e-callo costará unos 100 euros por coche, y los eurodiputados ya han insistido que como que se trata de un servicio de interés general tiene que ser accesible a todos los conductores de manera gratuita. La norma se negociará en la próxima legislatura europea, después de las elecciones del 25 de mayo.